En el Perú durante 2023 aumentaron los fraudes en un 74% debido al uso indebido de la IA.
El fraude de identidad en Perú ha emergido como un problema bastante preocupante en el ámbito de la seguridad digital y financiera de los últimos años. Con el auge de la tecnología y el incremento en la actividad en línea, los casos de robo de datos personales han proliferado, dejando a la población expuesta a estafas que pueden afectar tanto su estabilidad económica como su seguridad personal. A pesar de los esfuerzos de las entidades financieras y gubernamentales, el acceso no autorizado a información sensible y la apropiación indebida de identidades persisten y se adaptan rápidamente a las nuevas barreras de seguridad. Esto ha generado una creciente preocupación, no solo en los ciudadanos, sino también en las instituciones, que ven comprometida su credibilidad y confianza ante sus usuarios.
Según datos recientes del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) y de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS), el robo de identidad y la filtración de datos personales han experimentado un incremento significativo. Se estima que más del 20% de los ciudadanos peruanos han sido víctimas de algún tipo de fraude digital, siendo las modalidades más comunes el robo de información en transacciones financieras y las suplantaciones de identidad en redes sociales y servicios de mensajería. Este fenómeno no solo afecta directamente el bienestar económico de las víctimas, sino que también se traduce en una desconfianza creciente hacia el uso de plataformas digitales, limitando el desarrollo del comercio electrónico y afectando negativamente la economía del país.
Tipos y causas del robo de identidad
El robo de datos en Perú se ha convertido en un problema creciente y alarmante. Las causas que facilitan estos ataques suelen incluir el uso de técnicas de ingeniería social, como el phishing, y el aprovechamiento de vulnerabilidades en bases de datos y sistemas de seguridad informática que, al ser insuficientemente protegidos, se convierten en blancos fáciles para los ciberdelincuentes. Estos ataques no solo son dirigidos a individuos desprevenidos, sino también a empresas e instituciones financieras que almacenan grandes volúmenes de información sensible. A nivel corporativo, la falta de inversión en tecnologías de seguridad avanzadas y la carencia de una cultura organizacional enfocada en la ciberseguridad han abierto múltiples puertas para que los criminales accedan a datos personales y financieros de miles de personas.
Entre las modalidades más comunes de robo de datos en el país se encuentran los ataques de phishing, donde los delincuentes engañan a las víctimas mediante correos o mensajes falsos que aparentan ser de entidades confiables. Otra técnica frecuente es la instalación de malware en los dispositivos de las víctimas, permitiendo a los atacantes capturar información mientras se ingresa en portales y aplicaciones vulnerables. Además, las brechas en bases de datos y servidores son utilizadas para obtener grandes cantidades de datos con un solo ataque. Los delincuentes suelen vender esta información en mercados clandestinos, donde los datos personales y financieros tienen un valor elevado, exponiendo a las víctimas al robo de identidad y otros crímenes financieros.
Un caso reciente que ha conmocionado al país involucra a una reconocida institución financiera que fue hackeada, y de la cual los delincuentes lograron extraer información sensible de sus clientes. Esta filtración incluyó datos de identificación, transacciones financieras y cuentas bancarias, los cuales ahora están siendo vendidos en el mercado negro digital. Este incidente resalta la necesidad urgente de que las empresas, en particular las instituciones financieras, inviertan en medidas de seguridad robustas y se mantengan actualizadas en los métodos de protección contra estos ataques. También destaca la relevancia de la educación digital para que los ciudadanos estén mejor preparados para identificar y evitar caer en las trampas que los ciberdelincuentes emplean para robar sus datos.
La tecnología en la lucha contra el fraude
En el entorno digital actual, la tecnología se ha convertido en una herramienta esencial para combatir el fraude y el robo de identidad. Los corporativos deben mantenerse al frente de las amenazas emergentes, y en este sentido, tecnologías como la firma digital, la autenticación biométrica y los sistemas de encriptación avanzada juegan un papel fundamental en la prevención de incidentes. Mi rol como Business Development Manager en NAAT.TECH, una empresa con amplia experiencia en soluciones antifraude, me permite ver de primera mano cómo nuestras avanzadas soluciones se pueden integrar eficazmente en diversas industrias para proteger tanto a las organizaciones como a sus clientes.
Alianza estratégica en Perú para cumplir con la nueva ley de aseguradoras
NAAT.TECH ha optimizado la experiencia del usuario en colaboración con una aseguradora peruana, integrando su tecnología con certificaciones de seguridad como ISO 27000, iETA y NIST. Han implementado procesos de validación de identidad mediante OCR y pruebas de vida, cumpliendo con las normativas de la SBS y utilizando la conexión con RENIEC.
Fraude por suplantación de identidad en el 2024: Casos y cómo defenderse
El fraude de suplantación de identidad ha crecido como delito cibernético en México, usando identidades sin autorización para obtener beneficios financieros. Para protegerse, se recomienda usar biometría, monitorear cuentas y educarse
Específicamente, la firma digital y la autenticación biométrica destacan por su capacidad de ofrecer niveles de seguridad y verificación de identidad excepcionales. La firma digital, que incorpora elementos como la biometría y la verificación en tiempo real con bases de datos oficiales, asegura la legitimidad de cada transacción, mientras que la autenticación biométrica hace casi imposible que alguien suplante una identidad. Además, la encriptación avanzada proporciona una capa de protección adicional, codificando la información sensible para que solo pueda ser descifrada por los destinatarios autorizados. Estas tecnologías, al ser integradas en un marco integral de seguridad, crean barreras efectivas contra el fraude.
En mi experiencia trabajando con empresas en Perú, he sido testigo de cómo nuestras soluciones en NAAT.TECH han permitido reducir el fraude en más del 99% tras su implementación en procesos críticos. Esto no solo reduce los riesgos asociados con el robo de identidad, sino que también genera confianza entre los usuarios finales, quienes pueden interactuar con las plataformas digitales con mayor seguridad. La tecnología, cuando se aprovecha adecuadamente, se convierte en una aliada poderosa para mitigar el fraude, y en NAAT.TECH, estamos comprometidos en brindar soluciones a la medida de cada empresa para enfrentar estos desafíos.
Caso de éxito financiero en Latinoamérica
La implementación de tecnología biométrica para autenticar a solicitantes de crédito ha probado ser un cambio significativo en la lucha contra el fraude por robo de identidad. Un caso emblemático es el de una institución financiera en la que logramos reducir en menos de nueve meses aproximadamente 15 millones de dólares en pérdidas relacionadas con este tipo de fraude, con una disminución del 80% en solo seis meses. Esta reducción drástica se atribuye al uso de nuestra solución Cloud Identity que integra múltiples capas de seguridad y verificación biométrica, permitiendo a las financieras confirmar con precisión la identidad de cada solicitante, eliminando las vulnerabilidades asociadas a los métodos de autenticación tradicionales.
Este caso ofrece lecciones cruciales para los corporativos en Perú, quienes enfrentan desafíos similares en términos de seguridad de la información. En primer lugar, es fundamental adoptar soluciones de autenticación multifactorial que incluyan datos biométricos, como huellas dactilares, reconocimiento facial, e incluso la autenticación de documentos de identidad, para asegurar que los usuarios son quienes dicen ser. Además, los programas de capacitación interna para empleados y el monitoreo constante de las herramientas de autenticación son elementos clave para mantener un sistema de seguridad sólido y en constante mejora. Estas prácticas, respaldadas por una infraestructura tecnológica avanzada, pueden no solo reducir el fraude, sino también fomentar una mayor confianza de los clientes en los servicios financieros, reforzando así la credibilidad del sector en el mercado peruano.
Aumentando la seguridad digital en el Perú
En conclusión, la tecnología y la colaboración se presentan como elementos esenciales para construir un futuro seguro en el que las amenazas digitales sean contenidas con eficiencia. La tecnología permite desarrollar soluciones avanzadas y personalizadas que abordan necesidades específicas, como la verificación de identidad y la protección de datos, mientras que la colaboración entre instituciones, tanto públicas como privadas, fortalece estas soluciones al permitir la integración de diferentes perspectivas, recursos, y estrategias. Esta sinergia es esencial en un mundo digital cada vez más complejo, donde los riesgos de fraude y robo de identidad siguen aumentando a medida que se digitalizan más aspectos de nuestra vida cotidiana.
La lucha contra el fraude de identidad no se trata solo de tecnología avanzada, sino también de establecer redes de colaboración sólidas y de confianza entre instituciones. Estas colaboraciones permiten mejorar la eficacia en la prevención y detección del fraude, creando sistemas que no solo detectan riesgos, sino que también los previenen de forma proactiva. La combinación de tecnologías como la biometría, el blockchain y las verificaciones en tiempo real con la cooperación entre sectores crea una defensa robusta que disuade y combate el fraude desde múltiples frentes. Este enfoque integrado representa el compromiso de toda la sociedad en la protección de los datos y la identidad de cada ciudadano.
Para lograr un cambio significativo, es crucial que todos los actores en Perú, desde gobiernos y empresas hasta ciudadanos, asuman la responsabilidad de fortalecer la seguridad de los datos. Este es un llamado a priorizar la inversión en tecnología segura y a fomentar alianzas estratégicas que permitan anticipar y enfrentar amenazas antes de que se materialicen. Solo mediante el trabajo conjunto y una cultura de seguridad digital, Perú podrá construir un entorno donde los ciudadanos y sus datos estén verdaderamente protegidos.