Si estás aquí, quizás ya uses la FIEL del SAT, una de las firmas electrónicas más populares y también vulnerables en México. Desde 2004, ha enfrentado muchos intentos de fraude, incluyendo robo de llaves privadas y contraseñas, hasta mal uso por parte de empleados de confianza. Usarla implica un alto riesgo de fraude.
La era digital y el reto de la seguridad
En un mundo cada vez más digitalizado, la seguridad de nuestra información personal nunca ha sido tan importante. La firma electrónica avanzada del SAT, conocida como FIEL, representa una herramienta clave en las transacciones electrónicas en México, brindando una capa adicional de seguridad. Sin embargo, su creciente popularidad también la ha puesto en la mira de los ciberdelincuentes, haciendo imperativo abordar los riesgos asociados para proteger nuestra identidad.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) es la entidad mexicana encargada de registrar fraudes por robo de identidad, tanto cibernéticos como tradicionales. Según los últimos datos del tercer trimestre de 2020, los robos de identidad cibernéticos aumentaron un 48% respecto al mismo periodo de 2019, representando el 25% del total de robos de identidad, una tendencia que crece debido a la rápida digitalización mundial.
El aumento del fraude cibernético muestra un riesgo creciente de ser víctima de robo de identidad. Ante la continua digitalización, la única opción es adoptar nuevas medidas de seguridad. La Firma Autógrafa Digital® es un claro ejemplo, ofreciendo fiabilidad contra el robo de identidad y cumpliendo con altos estándares de seguridad.
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Es esencial adoptar estas medidas, más aún considerando que, según la ONU, México es el octavo país en digitalización gubernamental en América y el 61 a nivel mundial, según el índice de desarrollo de gobierno electrónico de junio de 2022.
La adopción tecnológica puede generar brechas de seguridad si no se toman medidas adecuadas. La evolución no ha sido homogénea, como muestran los datos del Servicio de Administración Tributaria (SAT) sobre la FIEL (e.firma). Por el cierre de oficinas debido al COVID, el trámite de la FIEL disminuyó: en 2019, 1,781,936 personas físicas tramitaron su FIEL por primera vez, comparado con 1,182,870 en 2020.
El cierre de oficinas del SAT redujo los registros de nuevos usuarios, dejando a muchos contribuyentes en espera. Actualmente, pocas firmas ofrecen un proceso único y legalmente reconocido. Sin embargo, opciones como FAD® han visto un aumento en usuarios por su cumplimiento con las leyes en México. Durante la pandemia, lo notable fue el aumento de certificados renovados para personas morales; en 2019 se emitieron 276,000 nuevos certificados, mientras que en 2020 aumentaron a 316,712.
Este incremento en certificados muestra un efecto positivo de la FIEL para empresas, cuya importancia creció durante la pandemia para reducir distancias. Aunque la FIEL es práctica para firmar contratos, su seguridad aún presenta riesgos de robo de identidad al no ser 100% segura.
Sin embargo, la evolución hacia la digitalización muestra que la mejor tecnología es aquella que se integra con otras, haciéndola más accesible y segura. En FAD®, un equipo multidisciplinario ha logrado una combinación que garantiza la identidad del firmante al 100% y ofrece soluciones para integrarse con otros tipos de firma, combinando lo mejor de ambos mundos en beneficio de los usuarios.
Hacia un futuro digital seguro
El aumento en el robo de identidad en México resalta la necesidad urgente de adoptar medidas de seguridad más robustas en nuestra vida digital. La digitalización es un proceso imparable y, en ese camino, la Firma Autógrafa Digital® se perfila como una solución prometedora. Frente a este panorama, es fundamental que tanto individuos como instituciones trabajen conjuntamente para fortalecer la seguridad digital, asegurando así un futuro donde la tecnología y la protección de la identidad vayan de la mano.